Panamá
"Para aventureros, no para turistas"
Una mirada a Panamá
El país donde se une el Océano Pacífico con el Océano Atlántico, tiene una gran oferta de turismo para todo tipo de viajero. Desde una infraestructura capaz de albergar todo tipo de congresos, hasta bosques tropicales paradisíacos, playas de arenas blancas y ciudades sembradas de rascacielos.
La evolución a lo largo del tiempo es una característica de la Ciudad de Panamá, capital del país, donde conviven los vestigios de Panamá la vieja, el Casco Antiguo y los grandes rascacielos del moderno Panamá.
El Canal de Panamá es una experiencia única. Poder observar barcos de cinco millones de toneladas, subir y bajar en las esclusas para superar desniveles de más de 26 metros y pasar de un océano al otro, es un espectáculo digno de verse.
Panamá posee 2,500 kilómetros de costa y el 25% de su territorio está protegido como Parque Nacional.
En la vertiente caribeña destacan fabulosas playas como las del archipiélago de Bocas de Toro o las Islas de San Blas, que forman parte del territorio semi-autónomo GunaYala de la etnia de los Kunas. Consta de 378 pequeñas islas, de las cuales sólo 80 están habitadas.
Y en el Pacífico destaca el Parque Nacional Coibaque, formado por la Isla de Coiba y un archipiélago de islotes que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En él se refugian especies en peligro de extinción como el águila arpía.
El Parque Nacional del Darién es el más extenso de Panamá y en él perviven grupos indígenas precolombinos entre los que destaca la etnia Emberá, a cuyas comunidades solo se puede acceder por río.
Conoce nuestra representada¿SABÍAS QUE...?
Toca aquí para conocer algunas curiosidades sobre Panamá
El nombre de Panamá significa “Abundancia de Peces” en el idioma de una comunidad indígena de pescadores.
En Panamá se ofrece al turista 30 días de seguro médico gratuito.
Es el único país del mundo donde amanece en el Pacífico, y atardece en el Atlántico.
El mayor peaje por atravesar el Canal de Panamá ha sido el de 141,344.97 dólares, pagado por el Crown Princess al transitar el 2 de mayo de 1993. El peaje más bajo fue de 36 centavos, que pagó Richard Halliburton por pasar el Canal a nado en 1928.
El material excavado del Canal sería suficiente para construir una réplica de la Gran Muralla China, desde San Francisco hasta Nueva York.
Su capital es la única del mundo rodeada por un bosque tropical.